jueves, 15 de marzo de 2007

Dieta equilibrada

Ayer mientras masticaba un buen pedazo de carne pensaba: "si el mundo fuera plano, andar en patineta sería mucho más fácil... maldito Colón".
Unas horas más tarde, se me ocurrió que si sumamos la cantidad de dolor y angustia que deben tener los animales que son criados para luego ser cruelmente asesinados, tendríamos un gran problema obteniendo el resultado, porque el dolor no se puede representar con números. Pero si se pudiera, sería una cantidad inmensa, algo como lo que daría si sumamos todo el dinero que la gente encuentra tirado en la calle y lo devuelve, apareciendo más tarde en los diarios y noticieros, diciendo que era lo correcto de hacer, que se pusieron "en el lugar de otro", o que de recompensa no les dieron ni las gracias.
Como les decía, un número inmenso. Mucho -muchíiiiiiiisimo- dolor y sufriemiento. No puede seguir así esto, ni aunque los maten anestesiados, porque si cuando están vivos la gente no puede hablar con ellos, cuando están muertos, menos, así que nadie acá puede estar 100% seguro que ese animal no sigue sintiendo dolor después de muerto. ¿Y si sigue sintiendo? ¡Qué horror! A mí no me gustaria PARA NADA que me anden congelando, transportando en camiones, ser fraccionado (o incluso molido) por carniceros, dps cocinado en una plancha a 250°, fraccionado nuevamente, y masticado un promedio de 7 veces por cada pedacito de 2cc de mi cuerpo.
¡Pobres animales que podrían estar sintiendo después de muertos! No vuelvo a comer un animal, se acabo, desde ahora verduras, quiero frutas y verduras.
Ah no, esperen, ¿no eran seres vivos las plantas también? Si lo pensamos bien, los animales cuando vivien tienen gestos que nos pueden hacer saber si algo les duele, ¡pero las plantas ni eso! Podrían sufrir vivas, y más aún podrían estar sufriendo pos-mortem y no darnos ninguna señal, ¡si ni siquiera se quejan cuando están vivas! No quiero pasar el resto de mi vida pensando que torturo a inocentes berenjena-fantasmas. No, qué horror, no vuelvo a comer una sola planta. Decidido.
Francisco: maaaa! tengo una pregunta, pero no podés contestar con animales ni con plantas.
Mamá: bueno...
Francisco: ¿Qué puedo comerme?
Mamá: las uñas...
Franciso: no má, algo que me alimente.
Mamá: un juicio multimillonario por fraude, pero tendría que comerselo una multinacional, no vos.

Moraleja: el mundo es un lugar horrible, lleno de seres vivos que sufren después de muertos porque los comemos, manos mordiqueadas y sin uñas, gente que devuelve plata y sale en los diarios, y gente denunciando a multinacionales para vivir sin trabajar.
Suerte que en la heladera tengo una bola de lomo para preparar al horno con papas, va a estar delicioso; suficientemente rico como para hacerme olvidar de todo este asunto.

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