jueves, 17 de mayo de 2007

Pero vos no tenés límites!

Ayyy estas funciones discretas... (chiste malo)



No no, no se vayan, no hablo más de matemática, y les muestro lo que les quería mostrar... ahi va eh... ahi va:Bueno, eso era lo que les quería mostrar... o no, no sé bien...
Mañana sigo contando esto de renacer, que tiene todo el punch. Les adelanto que estuve matando cucarachas con Viviana Canosa, su departamento es todo un cuento a parte.

sábado, 12 de mayo de 2007

Ojo

Foto tomada en el 1er piso de la UTN, Facultad Regional Córdoba. NO ESTA TRUCADA (aunque si editada, obvio, esos circulos que hacen zoom no existen en la vida real... creo)
Le agradezco al puto que la sacó y me la pasó.

(Ya sé que no tiene nada que ver con mi nueva vida ni nada...)

lunes, 7 de mayo de 2007

Primer parcial

Jamás imaginé que iba a sentir tanto calor en toda mi vida, exceptuando por supuesto el día de mi muerte (voy a caerme “accidentalmente” en un volcán).
Y en realidad, el calor en sí no es tan malo, porque renací en el seno de una familia de burgueses asquerosos con aire acondicionado. Lo peor era que tenía que rendir mi primer parcial, y la facultad estaba a un colectivo de línea de distancia.
Con la triste y placébica ilusión de estar más fresco, me duché justo antes de salir y no me sequé la cabeza
Papá: qué es lo que hacés con el pelo todo mojado?
Francisco: no papá, tengo que ir a rendir un parcial a las 3pm con 35° a la sombra, así que excepto que tengas un split portátil...
Papá: siempre pidiendo vos! siempre pidiendo!
¡Si no le estaba pidiendo nada! Me dejó sin palabras, así que lo miré con cara de “que Rial que sos” durante unos cuantos segundos, me di media vuelta y me fui.
Papá: qué!? ¿Qué dije ahora?
Fran: (cerrando la puerta mientras salía) nada pá...
“¡¡¡Secate el pelo antes de salir!!!” me gritó mientras salía, pero ya no me importaba, lo único que necesitaba era concentrarme en no sentir el calor. Si el dolor el es psicológico no veía por qué el calor no podía serlo también.
Más tarde me enteré que la psicología no es mi fuerte: llegué empapado de sudor a la facultad. Y tarde, re tarde.
Fran: hola!
Prof: buenas tardes, ¿tenés tu libreta?
Le contesté que sí y enfilé hacia un banco vacío.
Prof: disculpá! ¿Me la mostrás?
Fran: ¿¡CÓMO!? (sí, así, sorprendido y gritando se lo dije. Bueno che, creí que me pedía otra cosa :$)
Prof: la libreta, ¿me la mostrás?
Fran: ahhhh la libreta! …. no.
Prof: ¿cómo que no?
Fran: no, digo que no la traje.
Prof: bueno, alguna identificación tenés? ¿DNI? ¿Carnet de conductor? ¿Sino como sé que vos sos quien decís ser?
Fran: (meneando) ¡porque nadie más puede mover las caderas así!
Sí, un bajón, no pude rendir mi primer parcial. Pero no hay mal que por bien no venga, porque justo ayer mezclé papas fritas saborizadas con coca y choclo así que, siendo sincero, me estaba cagando encima y no iba a poder hacer nada del parcial.

Diva total (mirenlo hasta el final).
Meno, chau.

PD: después de escribir "mirenlo hasta el final", me sentí como los que escriben los asuntos de las cadenas. "Fwd: IMPERDIBLE!!! ver completo", "Fwd: increible, será cierto?", "Fwd: excelente VIDEO, te va a dejar con la boca abierta".

Llego el invierno... bah, en realidad no



Hoy fue otro de esos días que no sólo me levanté odiando la exactitud de mi reloj (un gallo podría ser menos preciso, me imagino), sino que también me levanté con el miedo de que fuera otro de esos dían en los que resulta un gravísimo error haberme puesto un calzoncillo escopeta.
(¿)Afortunamdamente (?), no lo fue, hacía un frío de puta madre, a tal punto que me recuerdo sentado en el fondo de la clase de Estadística, deseando con todo mi ser (sobre todo con mis pies) tener una latona con agua caliente para sumergir las patas.
Recapitulando:
· Clazoncillo escopeta
· Deseos de latona con agua caliente
· Serias intenciones de comprar una de estas:



Esta mi oficial BIENVENIDA A LA TERCERA EDAD. ... tan recién nacido y tan candidato a una jubilación, al mismo tiempo.



Dale, riansén, pero yo voy a dormir tranquilo, como todos los afortunados (y sexagenarios) poseedores de esa maravilla llamada GUATERO (o bolsa de agua)